[MIL ESCALONES PARA LLEGAR AL CAMPO]

CALI – Creció en una pequeña casa ubicada en una colina, no muy lejos del edificio y el gimnasio donde opera el Inter Campus. Hostin nos invita a desayunar. Quiere mostrarnos la vista desde su habitación, la cual comparte con la madre, la abuela y el hermano. A pesar de la proximidad, el campo parece pequeño desde arriba. El barrio de Yumbo se eleva alto, formado por techos de láminas metálicas, calles estrechas y escaleras interminables llenas de color. A continuación se encuentra el Valle del Cauca, lleno de industria y tráfico. Cada mañana, las lecciones y las sesiones de entrenamiento empieza un poco temprano, con los niños locales tocando las puertas de los demás y bajando juntos.

Corren a la escuela ya con sus camisetas puestas, apareciendo en cada puerta. Hay un deseo de jugar en sus ojos, compartir momentos en clase juntos y en la cancha, que son igual de importantes. Hostin, por ejemplo, cuida de Mariana, su amiga con la que se dirige a la escuela mientras estamos allí. Tienen diferentes peinados, pero ambos tienen trenzas, hacen su tarea juntos y juegan en el mismo equipo. Los niños más grandes trazan el camino para los niños más pequeños, los más experimentados ayudan a los recién llegados. Después de terminar sus estudios, luego se dirigen al campo sintético al lado de las aulas o al gimnasio, dependiendo de la edad. ¡Aquí es donde comienza el entrenamiento! Correr y marcar goles, divertirse juntos antes de volver a casa.

Después de un largo día, los niños regresan cuesta arriba lentamente. Sin embargo, ninguna colina es demasiado alta cuando se está en buena compañía.

09.05.2019