[Inter Campus en Buenaventura: todos somos Pacifico]

CALI- Es de madrugada, pero ya estamos en pie,preparados para el último día de actividades en Colombia: sólo los Andes nos separan del entrenamiento de las 11h. Con un autobús poco aerodinámico, recorremos las pronunciadas curvas hasta llegar al mar.

Buenaventura es una ciudad caótica, la más importante del puerto colombiano en el Oceano Pacífico. Aquí llegan barcos enormes, sobretodo de Panamá, de China y de Japón. Una economía viva pero echada por tierra debido a la corrupción, que  ha empobrecido a la mayoría de los ciudadanos. Las importaciones ilegítimas alimentan la violencia y la lucha entre bandas,que involucra a  niños y hace que los padres estén lejos de sus familias durante largos períodos.
Gracias al constante trabajo del profesor Albert Candelo, los niños de Inter Campus son disciplinados y al mismo tiempo felices.Divididos en dos grupos según la edad, los niños más pequeños juegan entre ellos, desafiándose con los amigos en cada ejercicio, pero principalmente tratando de estar en el mismo equipo que su mejor amigo. Los mayores, juegan pacíficamente de  manera ordenada, sonriente y sin hacer ruido. Al final del entrenamiento, cada uno se come su merienda: fruta, bocadillos, pero también espaguetis o tallarines!
 Cruzamos el centro y junto a un gran muro leemos una inscripción maravillosa: «Todos somos Pacífico.» Como un grito silencioso para afirmar su propia naturaleza vinculados al océano, pero también para pedir que cese la violencia.

10.12.2015

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