Más de diez años de trabajo serio, eficaz, silencioso y dedicado a casi diez mil niños que cada año visten la camiseta negra y azul en todo el mundo.

Un grupo de trabajo que, junto a siete técnicos, coordina y actualiza con pasión las clases de fútbol, así como proyectos educativos y recreativos con el compromiso de doscientos operadores escogidos sobre el territorio y otros tantos voluntarios. Todo ello ocurre en diecisiete naciones incluidas oficialmente en el circuito del Inter Campus, y muchas más que han participado y participan en actividades de prácticas, planificación e intervenciones para resolver situaciones de gran malestar.

El mundo del Inter Campus es este, una experiencia riquísima de historias vitales, madurada con los años de trabajo llevado a cabo a veces en condiciones casi prohibitivas, con mucha determinación y coraje. De ese modo, se ha conseguido que niños de realidades distintas como las de Brasil, China y Camerún vuelvan a jugar al fútbol y a jugar en general. Se actúa en lugares en los que la guerra ha causado destrucción pero donde todavía existe un futuro, y ese futuro son los niños.

Gabriele Salvatores lo explicó en un documental preparado con Guido Lazzarini, Fabio Scamoni y el apoyo de la Red House Produzioni, grabando en los Inter Campus sensaciones y sentimientos, pequeñas historias del día a día y también de grandes redenciones.

La ocasión para presentarlo fue el Centenario del Inter, que quiso celebrar la realidad del Inter Campus como objetivo alcanzado y prioritario de la vida del Inter, y el dinámico marco del Festival Internacional de Cine en Locarno, que el domingo 10 de agosto alcanzó su 61 edición, siempre atento a las voces del tiempo y del mundo.

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